Desde hace un tiempo se ha puesto de moda entre los deportistas las tiras de colores conocidas como Kinesiotape o Vendaje Neuromuscular
A finales de los años setenta, en Asia, Corea y Japón el Dr.Kenzo Kase desarrolla este nuevo método, basándose en el pensamiento de que el movimiento y la actividad muscular son imprescindibles para la salud. Sin embargo, en Europa, dicho método se introdujo a finales de los noventa. Se desarrolló el esparadrapo elástico que podía ayudar en la función de la musculatura sin limitar movimientos corporales, rompiendo con el concepto clásico de inmovilizar para mejorar.
El kinesiotape es de algodón con una capa de pegamento anti-alérgica. No está impregnado de medicación, eselástico hasta un 140%, transpirable, y ligero. Se puede llevar el esparadrapo durante varios días. En caso de aplicación de larga duración se recomienda renovarlo cada dos o tres días. Además, es resistente al agua, es decir el deportista se puede bañar o nadar.
Se utiliza para muchos fines y no todos tienen la misma evidencia científica. Sus principales beneficios son:
- Mejorar la función muscular regulando el tono muscular según la colocación de el vendaje (tonificar/relajar)
- Drenaje linfático donde se puede estimular y ayudar a la eliminación de líquido, llevando el edema hacia los ganglios linfáticos.
- Reducción de dolor e inflamación, si “abrimos espacio” en los puntos dolorosos, con inflamación o edema se consigue una disminución de la presión, que mejora la circulación y elimina las sustancias irritantes para el tejido.
- Corrige posiciones articulares: lleva las diferentes estructuras a su posición más adecuada.
- Aumenta la propiocepción: sobre todo después de esguinces y luxaciones
Y ahora la gran pregunta: ¿sirven para algo los colores o sólo es estética? En Oriente se confía en la cromoterapia (terapia de colores) dividida en dos:
Los colores fríos: azul, verde que son de efecto “frío”, ya que reducen la actividad. Se utilizan para procesos inflamatorios y edemas.
Los colores calientes: rojo, naranja son de efecto “calor”, ya que aumentan el metabolismo de la zona y la actividad de las células. Se utilizan para contracturas y lesiones musculares.
En resumen, en la mayoría de las ocasiones, ayudan a reducir el dolor y a la recuperación pero siempre en combinación con otros tratamientos. Lo más importante de este tipo de tratamiento es que tiene que ser aplicado por fisioterapeutas titulados y expertos en la materia, puesto que se requieren conocimientos de anatomía y de la patología.
Es importante destacar que la clave de su eficacia radica en la forma de colocar los vendajes para que el deportista se recupere de sus molestias sin la necesidad de cesar su actividad física.
Elena Grifols es fisioterapeuta N. col. 9100
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