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Volvemos de vacaciones I: Ruta por el Camí de Cavalls in Menorca

Ruta por el GR223 Camí de Cavalls de Menorca: de Binibèquer a Calescoves Este verano en 360RunningBarcelona hemos estado de vacaciones, pero volvemos con los deberes hechos! Hemos visitado la isla de Menorca y hemos aprovechado para hacer un poco de trailrunning por el Camí de Cavalls, un camino público que circunvala toda la isla. Su origen lo encontramos alrededor del año 1330, en época del rey Jaime II, y que se utilizaba para defender la costa menorquina de los ataques feoraneos. Un hombre con un caballo armado daba la vuelta a la isla para vigilar de la presencia del enemigo. Partiendo desde el pueblo de Binibèquer Vell, donde nos hemos alojado, nos dirigimos en busca del Camí en dirección a Binisafúller. Una vez superado este pequeño tramo de asfalto, y a la altura de la cala que lleva el mismo nombre de la urbanización, sólo hay que cruzar la valla de madera que hay a pie de carretera para entrar en otro mundo. El mundo típico de los campos de Menorca, llenos de “ullastres”, tambien conocidos como olivos salvajes, de pinos y de vegetación típica de la isla. El camino está lleno de piedras clavadas en medio de la ruta, que hay que sortear para evitar males mayores. Disfrutaremos de la Menorca más íntima, sin ruido, sin turistas, y sólo de vez en cuando, nos cruzaremos con algún runner o ciclista de montaña que sigue nuestros pasos. Ahora sólo hay que recorrer el Camino y las muchas señales que sirven para marcarlo y delimitarlo. LAs fincas por las que pasa el Camí de Cavalls se encuentran separadas por paredes de piedra seca, los márgenes, una construcción muy antigua que ya usaban los romanos para delimitar los caminos. Y para cruzar de una finca a otra basta traspasar las típicas vallas menorquinas, hechas de madera de acebuche, una madera muy resistente, característica de la zona. Por el Camino también nos podemos cruzar con algún rebaño de vacas que pastan tranquilamente, o quizá algún burro que les hace compañía. A lo largo de la ruta podremos ver la imponente casa fortificada de Sargossam, con su torre de defensa del s. XVII; tendremos el placer de cruzar el barranco de Biniparratx hacia la mitad del recorrido, y el de Ses Penyes hacia el final. Todo ello, pisando el típico paisaje de mosaico menorquín y, en definitiva, disfrutaremos de un running poco exigente, poco técnico, y que atraviesa un paisaje excepcional.

 

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